Top 15 del Studio Ghibli

Desde las tierras niponas, nos llegan noticias del Studio Ghibli. Dos dinosaurios del largometraje animado en 2D, Isao Takahata y Hayao Miyazaki (♥), confirmaron que vuelven a sentarse en la silla de Director (si es que en animación, esa silla existe), por lo cual, este año vamos a tener la suerte de verlos en dos nuevas cintas. Los fundadores de Ghibli hace tiempo que no se dedican a encabezar la dirección de películas. Miyazaki desde el 2008 no dirige nada ya que  trabaja como un artesano puliendo los guiones de los herederos del estudio, como su hijo, Goro (La colina de las amapolas, 2011) y Hiromasa Yonebayashi, director de la exitosísima Arriety (2010).  Por su parte, Takahata, prácticamente estuvo borrado del mapa y sólo asomo su cabeza para dirigir en el 2010 una fugaz adaptación de Anna de las Tejas Verdes.

Sin embargo, 2013 vuelve a juntar a los primitivos creadores de Heidi y directores de Lupin III con estas dos películas que, a su manera, se enraízan bastante en la tradición Japonesa. Takahata, de 78 años, prepara una película basada en el relato mítico de la Princesa Kaguya, mientras que  Miyazaki adapta al cine El viento se alza, manga homónimo del director inspirado en la vida del hombre que diseñó los aviones de combate que atacaron el Pearl Harbour durante la Segunda Guerra Mundial. Si bien habrá que esperar unos años más para la segunda parte de Porco Rosso, Miyazaki no se distancia tanto del cerdito aviador ya que planea conservar un protagonista masculino, la  guerra como contexto y reflexión, más su facinación por los aviones. 

El blog Veneno para Hadas celebra esta noticia y, qué mejor manera de hacerlo, que con un top 15 donde recordamos lo mejor y lo-no-tanto del fantástico Studio Ghibli.

1. El castillo vagabundo (2004) -  Hayao Miyazaki.

La historia: Todos saben de qué va El Castillo Vagabundo. Pero si así no fuere, realizamos una breve sinopsis: Sophie es una chica de 18 años. Sus días transcurren entre ovillos de hilo, agujas y retazos de tela de los cuales se sirve para realizar sombreros que vende en su tienda. Ella es tímida e insegura ya que (le confiesa a su hermana mayor) no se siente una mujer bella. Un día conoce a un extraño muchacho que posee poderes mágicos y, en consecuencia, cae bajo el hechizo de una bruja que lo estaba buscando. Ahora Sophie se convierte en una vieja que, por casualidades, llega a parar el castillo ambulante de ese joven mago, llamado Howl.

Porqué: Bueno, sí, se trata de un top 10 del tipo subjetivo. A pesar de que mi primera experiencia de contacto con Ghibli fue con Heidi y Sherlock, El Castillo Vagabundo fue, de alguna manera, la primer experiencia consciente. En las anteriores, no lo sabía y a penas sí recuerdo con nostalgia alguna de las aventuras de Heidi, Marco y su Abuelo. Sin embargo, Howl’s Moving Castle fue una película a la que decidí entrar dentro de ese mundo onírico que traza Miyazaki con cada película.

Lo que particularmente aprecio de esta historia (que Miyazaki adaptó del libro homónimo) es que trata sobre la madurez y el aceptarse así mismo. Pero esa aceptación deviene del amor que otros te entregan. Viene a invertir el dicho de “amarse a sí mismo para luego amar a los demás”. Acá pasa lo contrario: Sophie se entrega al cuidado de los demás y, luego, cuando todos le devuelven tanto amor y confianza (sobre todo Howl) ella va ganando una seguridad que deriva en esa auto-aceptación. Obviamente, se encuentra como un telón de fondo que Miyazaki pintar en Europa, en medio de la guerra y con seres surreales.

2. La Tumba de las Luciérnagas (1988) – Isao Takahata.

La historia: Este clásico indiscutible para la historia del cine narra las vicisitudes de dos hermanos durante la segunda guerra mundial.

Porqué: Con una madre muerta en un bombardeo y un padre combatiendo en altamar (sin saber si vive o no), estos dos niños son la cara invisible de la guerra, representación de los millones de inocentes que experimentan las más crueles consecuencias de los conflictos bélicos.

La tumba de las luciérnagas no cae en los golpes bajos (y porque no trillados) de la batalla en trincheras ni elije soldados para contar una historia. Por el contrario, pone la lupa sobre las relaciones humanas que, individualmente, son obligadas a transitar sobre el filo de la muerte y cómo el carácter es moldeado frente a tales situaciones extremas.

(P/D: Elementos imprescindibles a la hora de verla: 5 cajas de pañuelos. Mínimo) 

3. Recuerdos del Ayer (1991) – Isao Takahata

Porqué: No voy a explicar la historia o hilo de la trama, porque sería no respetar la película que trata sobre sentimientos (así de cursi estamos). A pesar de que Miyazaki tenga un irrevocable puesto nº1 como mi director favorito, reconozco que dentro del prontuario de Ghibli, Takahata encabeza los primeros lugares de este ranking. Only Yesterday o Recuerdos del Ayer es un precioso homenaje a la nostalgia. Este sentimiento es experimentado  por una joven mujer promedio de 30 años que comienza a revivir en cuotas su infancia mientras se toma unas vacaciones en un pueblito rural de Japón. La infancia sin preocupaciones frente a las responsabilidades de la vida adulta, el primer amor frente al amor adulto, la contención familiar y de los amigos frente a la soledad. En fin, el pasado es vivenciado y sentido como una herramienta para encarar las carencias del presente y darle respuestas al futuro son temas que aborda Takahata en el guión de esta maravillosa película.

4. Susurros del corazón (1995) – Yoshifumi Kondo

La historia: Susurros del Corazón es una historia que tanto Miyazaki como Kondo anhelaban hacer desde hace tiempo atrás y por eso es tan personal. El guión de Miyazaki nos acerca a una joven estudiante y ávida lectora que encuentra en la ficha de los libros de una biblioteca a su alma gemela y, curiosamente, es llevada por un gato hacia él.
Porqué: Kondo estaba destinado a suceder a Miyazaki. Así lo comprobó con su primer película, Susurros del Corazón. Desafortunadamente, esta promesa de la animación japonesa tuvo una muerte súbita y, a sus 48 años, sólo nos dejó esta pequeña joya que ahora forma parte de ese baúl lleno de tesoros que es el Studio Ghibli. Susurros del Corazón es la búsqueda de dos adolescentes hacia el crecimiento interno: se busca la vocación, el amor, la imaginación y  la belleza. A diferencia de anteriores películas de Ghibli, aquí la fantasía se rastrea y se presenta en lo  más personal, en lo cotidiano, en la ciudad. Inolvidable escena de Country Road. 

5. El viaje de Chihiro (2001) – Hayao Miyazaki

La historia: Chihiro es una niña de 10 años que, viajando junto a sus padres, atraviesa un túnel que desemboca en un mundo alternativo sin lugar para humanos. Los padres de la niña acaban convertidos en cerdos y ahora ella deberá trabajar para la poderosa bruja Yubaba, sino quiere que éstos sean devorados.

Porqué: Si bien, se vuelve sobre la problemática de heroínas forzadas a madurar antes de tiempo, Miyazaki saca de la galera un inagotable desfiladero de personajes y situaciones extravagantes que se funden en una animación perfecta. (No sé ya, alguien dígame con qué palabras se comunica lo increíble que es la animación de sus películas!)   

6. Porco Rosso (1992) - Hayao Miyazaki

La historia: Marco Paggot es un piloto de avión que cae en desgracia debido a un hechizo que lo ha convertido en cerdo.  Ahora adoptó el nombre Porco Rosso y como profesión, el cazar a los bandidos aeronáuticos que acechan el Mar Adriático.

Porqué: Porque, lejos de parecerse a sus anteriores películas, es, de hecho, la cinta más personal y madura que hizo Miyazaki. Aborda la guerra, vuelve sobre los malos-no-tan-malos, los aviones, Europa, su fascinación (extraña por cierto) con los cerdos, pero también aborda el problema de la identidad de un hombre que debe sobrellevar el día a día siendo alguien que muy en el fondo se rechaza a sí mismo. Eso, y el magnífico epilogo que homenajea a Casablanca.

7. La princesa Mononoke (1997) – Hayao Miyazaki

La historia: Durante el Japón Feudal, Ashitaka es herido por un jabalí poseído por los tatarigami. Para curar su herida llega a un pueblito rural. Allí los humanos desatan una batalla contra los seres del bosque en orden de explotar sus recursos naturales. El bosque no se encuentra solo, sino que está liderado por una enigmática humana.

Porqué: Siendo su obra más arraiga a tierras niponas, La Princesa Mononoke paradójicamente catapultó a Miyazaki en occidente. Manifiesto ecológico del animador, donde el bosque es hilvanado meticulosamente como un órgano que vive y se constituye de seres únicos y funcionales pero donde el salvador es un ser humano, una mediación, atravesado en cuerpo por la naturaleza. 

8. Kiki’s Delivery Service (1989) – Hayao Miyazaki

La historia: Kiki es una brujita que a sus 13 años tiene el deber de abandonar su casa hacia nuevos y desconocidos parajes. La independencia es necesaria para convertirse en una buena bruja. Así llega a un pueblo junto al mar y se asienta en un negocio panadero en el que usa y desarrolla sus poderes para hacer entregas a domicilio.

Porqué: A esta altura ya sabemos que Miyazaki es un cineasta “de autor” porque gran parte de las películas que crea llevan incrustados varios elementos recurrentes. Si hay algo que, particularmente, despunta en cada largometraje es su respeto por las mujeres y la infancia: niños o preadolescentes son forzados a crecer de repente ante el ausencencia de la autoridad parental. Kiki no será la película más famosa Miyazaki, pero tiene mis mayores respetos porque, sirviéndose de esa calidez que dispersa su personaje, resume muy bien parte de la idiosincrasia de este brillante genio creativo.

9. El Castillo en el Cielo (1992) – Hayao Miyazaki

La historia: El segundo largometraje dirigido por Miyazaki para Ghibli comienza cuando Pazu (Paco en versión gallega) recibe en sus brazos a una niña que cayó del cielo. La joven en cuestión es Sheeta, una princesa que descendió de la Fortaleza Celeste, una isla que yace destruida y oculta en los cielos. De esta manera, los niños emprenden un viaje hacia ese destino, aunque en el camino serán asediados por una pandilla de bandidos aéreos y agentes del gobierno que persiguen una extraña joya que la niña lleva consigo. 

Porqué: Porque aún tratándose sólo de esa historia (y algunas subtramas vinculadas a la puja por el poder), Miyazaki le imprime a los personajes un carácter inolvidable y se atreve a fundar toda una civilización milenaria. Los bandidos aéreos son un preludio de aquellos entrañables  ladrones que –años después- llegarían con Porco Rosso.

10. Arriety (2010) - Hiromasa Yonebayashi

La historia: Arriety es una adolescente diminuta que vive con su familia en el hueco de una mansión. Junto a su padre, diariamente, se aventuran hacia esa casa para conseguir provisiones. Pero un día llega un joven muy enfermo que parece haber descubierto a Arriety y, entre los dos, entablarán una amistad que se debate entre correr el riesgo de ser descubierta y continuar en soledad.

Porqué: No es sólo por la historia de amistad y confianza entre dos seres distintos pero igualmente solitarios, sino porque el debut en el cine de Yonebayashi es descomunal en lo que respecta a la precisión y el detalle de la animación en 2D. Es, sin más preámbulos, fascinante. ¿Estaremos en presencia del verdadero sucesor de Miyazaki?

11. Desde la colina de las Amapolas (2011) – Goro Miyazaki

La historia: En un pueblo junto al puerto, una adolescente iza todos los días una bandera anhelando el regreso de su padre que murió en la guerra. Mientras transita la cotidianidad con ese enorme vacío, se topa con un chico que instala un propósito en su vida: salvar un club de estudiantes de la demolición.

Porqué: En un post anterior de este blog, ya expliqué mis razones de porqué me gustó tanto el segundo largometraje de Goro Miyazaki. No tiene caso que volvamos sobre lo mismo, pero siempre rescato esa enorme implicancia que tienen pequeños gestos o acciones y, cómo a partir de ellas, vamos dotando de sentido nuestra existencia. 

 12. Nausicaa en el Valle del Viento (1984) - Hayao Miyazaki

La historia: En un mundo postapocaliptico, los seres humanos han sido reducidos a aldeas y viven al borde de la muerte. Desde un bosque prolifera una naturaleza tóxica e insectos mutantes que acechan a los hombres. Nausicaa es la princesa guerrera del Valle del Viento, pacífica y amigable con los seres de la naturaleza. Sin embargo, el preludio a la guerra estalla cuando otra princesa invade el valle buscando al Dios de la Guerra que le permita acabar para siempre con el Bosque Contaminado. 

Porqué: Es lo más cerca del "animé" que van a encontrar a Miyazaki. Para mí es una cinta que interpela a la humanidad, quien manipula a gusto y placer la naturaleza y quien tiene el deber de protegerla. 

13. Mi vecino Totoro (1988) - Hayao Miyazaki

La historia: Dos niñas se mudan a un paraje rural de Japón junto a su padre, un profesor universitario (la madre se encuentra enferma de tuberculosis).  En esa casa se extiende un campo y detrás del campo, un bosque donde habita una enorme criatura llamada Totoro.

Porqué: Totoro es ícono de Ghibli y una maravillosa historia de cómo la magia que vive, respira y significa a través de los niños puede rellenar resquicios por donde se filtran la tristeza, el miedo y la soledad. 

14. Puedo Escuchar el Mar  (1993) - Tomomichi Mochizuki

La historia: Es simplemente, la historia de una chica que se muda de Tokio hacia una ciudad más pequeña y cómo sus aires de metrópoli chocan con un chico. 

Porqué: Se trata de una sencilla pero necesaria historia de jóvenes que se conocen y reconocen en la soledad, la amistad y el desamor. No es mala pero sí comparamos, resulta algo superficial,  los personajes  son medianamente profundos aunque conserva escenas poderosísimas (el reencuentro de la secundaria, por ejemplo). 

15. Ponyo en el Acantilado

La historia: Souske, un niño de 5 años, tropieza con una niña pez que sueña con ser humana. Ese encuentro derivará en la aparición de sucesos fantásticos y personajes extraños. Libre interpretación de Miyazaki sobre la Sirenita y obra tributo a su hijo. 

    Porqué: tener el último puesto tiene su explicación. Ponyo es la película más floja de Miyazaki. Por momentos llega a aburrir y no es mentira. Sin embargo, es fantástica la mente de este señor que no para de sorprender con colores y detalles espectaculares y dignos de ser vistos. 

Menciones poco especiales:

 16 y 17. Pompoko y Mis vecinos, los Yamada – Isao Takahata.

Si bien ambas son diferentes incluso en animación, las dos me resultan bastante infantiles y flojas frente a los dos primeros trabajos que Takahata.

18. Haru en el Reino de los Gatos (2003)

Al igual que Ocean Ways, Haru fue una película de TV. En 70 minutos, el estudio Ghibli le rinde homenaje a, creador de Susurros del Corazón. Esta película, de alguna manera, viene a contar la historia que la protagonista de Whispers of the Heart estaba escribiendo.

19. Lupin III: El castillo de Cagliostro

Lupin tiene su 38276289768327609328 película señoras y señores :P Nunca aburre, aunque como ya se darán una idea, no me hayo jamás en personajes que, cual pseudo-inspectores Gadget, se vuelven inverosímiles.  

20. Los Cuentos de Terramar (2006) – Goro Miyazaki

La prueba piloto de Goro Miyazaki en el cine fue bastante accidentada. No es sólo por el espantoso guión que adaptó y lo débil de sus personajes, sino porque es evidente el desinterés que demostró ante el trabajo de esclavo que hace su padre. Un verdadero desastre pronto enmendado por un gran trabajo de padre e hijo en From up to Poppy Hill. 

¿Cuáles son sus películas favoritas del Studio Ghibli? 

¿Hay alguna en particular que les desagrade? ¿Porqué?