Si hay algo con lo que estoy profundamente agradecida es con el cine asiático. Últimamente me di cuenta que se está tornando en mi cine favorito y que de él verdaderas joyas cinematográficas emergen sin que del otro lado del mundo las podamos disfrutar. Directores como Hayao Miyazaki, Isao Takahata, Hirokazu Kore-eda, Akira Kurosawa, Wong-Kar Wai, Chan-wook Park y Ki-duk Kim ya posicionaron entre mis máximos directores favoritos. ¿Por qué? Debido a un ingrediente fundamental del que muchos otros filmes hollywoodenses carecen: inteligencia para contar relatos.
Es decir: relatos simples. Adoro los relatos simples, sencillos y por eso amo el cine oriental. Joon-ho no es la clase de directores rankeados entre esas posiciones, pero realmente Memories of Murder fascinó al contar un thriller policial de manera totalmente diferente.
Película basada en hechos reales. Durante los años 80, comienzan a darse una serie de asesinatos en mujeres de un pueblo de sur Corea que deja inerte a la policía local. Un inspector llega desde Seúl para ayudar con el caso. Poco a poco el asesino se lleva a más mujeres y los policías caen en la obsesión del caso.
La película combina elementos contrastantes como el humor con el drama y la tragedia y de ello se obtiene una fascinante producción. Los personajes no son inspectores dotados de cuerpos esculturales, inteligencia sobrenatural e intuición desmedida. Ni mucho menos. Son simples hombres tratando de cumplir con su trabajo y atrapar un atroz asesino que constantemente se les escapa de las manos.
Siguiendo esa línea, la actuación de Kim Sang-kyung se destaca por demostrar su humanidad en cada acto. Juega a ser Seo, un policía bruto, violento y envidioso de su colega, el inteligente inspector Park (intepretado por Khan-ho y véaselo en toda la filmografía de Joon-ho) . Seo llega a hacer todo lo posible por superar a Park y ganarse la confianza del director de la policía. Para ello recurre al arresto de falsos asesinos a quienes tortura bruscamente en busca de confesiones inducidas por él. Por ello tiene varios conflictos con Park. Sin embargo la suma de sus errores (valga la redundancia, humanos) hará que los dos terminen articulados como compañeros de manera perfecta. Llama la atención sobre el final una casi inversión entre los dos roles: Seo se vuelve el policía maduro y cuerdo, mientras que Park deja fluir con locura todos los sentimientos de impotencia que tenía acumulados. Por cierto, esa escena bajo una violenta lluvia fue memorable.
Siguiendo esa línea, la actuación de Kim Sang-kyung se destaca por demostrar su humanidad en cada acto. Juega a ser Seo, un policía bruto, violento y envidioso de su colega, el inteligente inspector Park (intepretado por Khan-ho y véaselo en toda la filmografía de Joon-ho) . Seo llega a hacer todo lo posible por superar a Park y ganarse la confianza del director de la policía. Para ello recurre al arresto de falsos asesinos a quienes tortura bruscamente en busca de confesiones inducidas por él. Por ello tiene varios conflictos con Park. Sin embargo la suma de sus errores (valga la redundancia, humanos) hará que los dos terminen articulados como compañeros de manera perfecta. Llama la atención sobre el final una casi inversión entre los dos roles: Seo se vuelve el policía maduro y cuerdo, mientras que Park deja fluir con locura todos los sentimientos de impotencia que tenía acumulados. Por cierto, esa escena bajo una violenta lluvia fue memorable.
Recapitulemos. Memories of Murder: thriller creíble, actuaciones empáticas, fotografía ideal, humor medido y un final que cautiva, aquel cierre que uno sabe que no sabrá si mira otras películas que no son made in occidente.
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