No sé si ya lo he dicho, pero desde hace un tiempo sufro una obsesión por él. Humphrey Bogart tiene ese #noséqué, que muy pocos hombres tienen. Es morocho, mirada triste, habla mal, lo peina la lengua de una vaca y es casi tan bajito como Al Pacino (otra de mis obsesiones). Tenía adicción al alcohol, fumaba como una chimenea y era un total mujeriego. Y a nosotras, mujeres, eso que reprobamos en todos, en Bogart nos mata de amor.
Y con toda esa fascinación que tengo por él (y que va en aumento), me quedé pensando cuál era el papel que más me gustó de él. Me quedé entre Casablanca, El Halcón Maltés, La reina de África. Pero no elegí ninguna por considerarlas de más sobrevaloradas. Y por eso, creo que debería ser El Sueño Eterno. La película es difícil de seguir demasiado, pero en cierta medida esa es la función que tiene The Big Sleep. Hawks quiere demostrar la complejidad de las relaciones humanas sobre la base de los vínculos laberínticos que establecen los personajes de la película, y donde Humphrey está más lúcido que nunca.
El detective Marlowe es brillante para sus investigaciones que únicamente logra a través de su personalidad totalmente llamativa. Es humilde y discreto en su trabajo, no le gusta presumir de él. Pero también tiene un lado totalmente seductor y audaz que está dado por ese humor negro, la seguridad e insolencia para responder a quien intente agredirlo, amedrentarlo e incluso desestimarlo (envidiable, ¿no?=. Quizá esa ímpetu que transmite Marlowe hubiera sido imposible de representar sino fuera por Bogart, con sus gestos, miradas, sus sjfjasfkjsjafhjs <3 (?). Y Lauren Bacall. Pareja que derrama sexo con pobreza afectiva es esa. Se besan 4 veces miserables. Pero qué importa? Sus comportamientos valen millones de besos y poses de kamasutra (#mefuialcarajo.org)
Sus personajes comienzan odiándose, pero tratándose con pasión (calentura le llamo yo). Ellos discuten con inteligencia, se hacen bromas y luego establecen conversaciones que cobran un sentido totalmente erótico, con él siempre siendo descarado. Es ello lo que le gusta a Vivian y quizá lo que enamoró a Bacall. Y a mí.
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