Como mañana planeo dedicar el día a socializar (cosa bastaaaante infrecuente), decidí escribir una última nota previa entrega de los premios Oscar. Por desgracia aún no he visto Los Miserables o Life of Pi ni llegaré a hacerlo porque Cinemark La Ribera está empecinado en emitir películas que desde el póster ya son un espanto (entiéndase, Beautiful Creatures).
Como saben, la entrega de premios de este año va a estar adornada de banderas norteamericanas. Argo, Lincoln y Zero Dark Thirty, a su manera, se revisten de política, revisan la historia, interpretan el presente y ensalzan los valores que profesan nuestros vecinos del norte. A partir de ahí, el Tío Sam ha convocado a la Academia para elegir entre ellas. Como creemos que el gran premio, al menos, se disputa entre dos de éstas películas, dediqué una entrada para repasar, fogonear y buscar alguna ganadora entre tres cintas bastante regulares.
Argo, Ben Affleck
Como ya aclaré en un post anterior, la película de Affleck está bastante bien. Pero no genera tensión, el personaje de Ben Affleck rompe las bolas y al final el guión se cierra en torno a la idea del héroe anónimo norteamericano. Buuuu.
Lo mejor: el cómic que inaugura la película explicando (y YA ficcionalizando) el contexto histórico, plus, la idea genial de ir a inmolarse en Irán para filmar una falsa y pésima película de ciencia-ficción (que no es Daredevil) SÓLO PARA ¡RESCATAR 6 PERSONAAAAAS! Si la filmaban, seguro a Ben le iba mejor que en Armageddon y, a lo mejor, Bruce Willis no le pegaba una merecida cachetada.
Lo peor: Los iraníes siempre quieren aniquilar gringous. ¿Nunca habrá alguna película que diga "claro, nos secuestran los ciudadanos porque somos una nación irremediablemente imperialista que se mete donde no lo llaman"? Se las dejo picando para la próxima.
Lincoln, Steven Spielberg
No, no es la película en donde el presidente de los Estados Unidos cazaba vampiros. Esa romana cárgensela a Tim Burton. Aunque, para ser sincera, el único modo para todavía fustigar a los sureños por la esclavitud era llamándolos chupasangres. Y tampoco es una metáfora, era LITERAL.
Lo que comparten las dos Lincoln que se estrenaron en el 2012 es que ambas te dormían. La que produjo Burton tiene la dinámica o pulso de Hollywood pero no se entendía nada y el espectador se encontraba frente a la encrucijada de elegir entre el almohada o una película carente de cohesión (media pila para el montaje, che!). Por su parte, Lincoln de Spielberg dura tres horas que hay que diluirlas con tres termos de café, de otra manera es imposible de ver. Aunque no tanto como su gemela malvada ...Vampire Hunter. Veamos porqué.
Luego de haber derrotado los vampiros esclavistas, Abraham se encamina hacia una guerra civil. La película de Spielbergo empieza cuando el sexto presidente de los Estados Unidos confederados de América emprende su segundo mandato y pretende a toda costa acabar con la esclavitud y la guerra civil. Bueno, lo que anhelan los republicanos radicales es ganar la guerra y, para coronarla, abolir la esclavitud. En cambio, el humanista y adelantado Abraham Lincoln piensa lo contrario: basta de muertes. Hay que aprobar la decimotercer enmienda y así eliminamos la servidumbre, acabamos con la guerra, los intereses sureños y los fucking demócratas. Abraham ahora deberá combatir una nueva guerra en el congreso, frente a los chupasangres demócratas y el ala conservadora del partido republicano. Ahora bien, las armas del presidente no son las estacas ni artes marciales de su juventud. Muy por el contrario, éstas resultan ser la retórica y el clientelismo político.
Lo mejor: El actor y el director. Daniel Day-Lewis se cansó de demostrar que es un actor "de la hostia". En cuanto a Spielberg, éste logra por momentos sentirte un patriota yankee. Cualquier inculto podría incluso pensar que la idea de tratar a todos los hombres iguales ante la ley es norteamericana y no francesa (?). Lincoln entiende y sabe exhibir los resortes que obran en política. Y se nota e igualmente se disfruta (o por lo menos yo sí lo disfruto)
Lo peor: No entiendo si Joseph Gordon-Levitt hacía un cameo o si realmente ése era su papel.. Más allá de eso, la película es excesivamente larga. Vamos, que para contar los hechos que derivaron en la aprobación de una enmienda no se necesitan TRES HORAS. Y sino, que te lo diga Matt Groening.
Zero Dark Thirty, Kathryn Bingelow
I WANT HIM! I WANT OSAMA BIN LADEN! Señala con el dedo el Tío Sam a la CIA. Sísí, Kathryn Bingelow vuelve a filmar otra película aburrida sobre el suelo medioriental y sobre las obsesiones del Pentágono. Nada más que ésta es larguísima. La historia de Zero Dark Thirty es sobre Maya, una agente que, desde el 2001, estaba emperrada con encontrar a Bin hasta que lo encuentra y bueno, ustedes saben el resto. Qué suerte que Kathryn filmó esta cinta, de lo contrario todavía seguiría pensando que el Zeigeist tenía razón cuando teorizaron que George Bush había inventado la figura de este fantasma terrorista.
Lo mejor: *crick crick* Podría decir la historia, es decir, el cúmulo de hechos que llevó al desenlace, a la muerte de Bin Laden. Podría... pero nunca me interesó. Les juro, me maté pensando qué era lo mejor, pero todavía no logro descifrarlo. Zero Dark Thirty es un embole. Incluso si me torturasen los agentes de la CIA, tampoco lograrían arrancarme algo bueno de la película.
Lo peor: Puff. En principio no entendí nada. Porque los nombres que se perseguían eran abdul alah alah abdul, bin osama, farraah alala... En síntesis tenías que pasar por Alí Babá y los 400 ladrones para dar con Osama bin Laden. Otra cosa que me enseñó este filme es que Pakistaníes are the new Árabes. Eso y que el manejo de inglés de los terroristas es impecable, debe ser todo un must be si tenemos en cuenta que precisamente quieren acabar con la nación más hegemónica del mundo. (FORCHRISTSAKE!, se lamentaría un conocido terrorista).
Dejando de lado lo poco que estudiaron los países del medioriente, tenemos la narrativa y el gringolandia. La estructura lineal que eligió la directora para contar la historia es un tedio, se sufre. 20 minutos son 20 horas. Por otra parte, si en Argo América era el país de la libertad, acá no les puedo explicar el nacionalismo maniqueísta, repulsivo e irreflexivo de Bingelow. De todos modos, les confieso que puedo dejar eso de lado y decirles que me resultó más digerible que The Hurt Locker. Aunque, realmente, el FBI, la CÍA, toda la inteligencia norteamericana y los soldados necesitan terapia psicológica. Kathryn se los demanda ya que lo único que aprendes con sus películas es que la tortura es un método super eficaz para toda ocasión. Y que nunca, pero jamás en tu vida, se te ocurra llevar un traje a tu primera sesión de tortura.
En fin, a ¿Cuál de estas tres películas políticas elegimos para el Oscar?
*redoble de tambores*
And di Ouscar gous chu:
¡LINCOLN!
No soy idiota, sé que va a ganar Argo (la idea de dar un Oscar sin director nominado y entrar a la historia por eso es demasiado tentadora) pero la de Spielberg está tan linda dirigida. Tiene un guión y fotografía preciosos, además de alguna que otra escena conmovedora. Eso, sin olvidar a Daniel Dey-Lewis.
Ahora bien, el blog AmargoxloDulce le entrega su estatuilla imaginaria a Django Unchained porque ésta humilde servidora tiene una obsesión con Tarantino y considera que Django -con sus enormes aciertos y muchos desaciertos- es lo mejorcito que ha visto hasta el momento. No obstante, no sabemos porqué, pero Quentin nuuuuuuuuuunca en su puta vida va a ganar un Oscar. Salvo que, como Emanuelle Riva, cumpla años el día de la entrega o haga una película donde el patriotismo esté a la orden del día y los nazis hablen inglés americano. A la Academia parecería no agradarle lo grosero de su cine. Es eso o tienen nublada la visión con la máscara del KKK y todavía no se dieron cuenta.
...Aprovechando la ocasión, también les hago saber mi gratitud cuando supe que Silver Linings Playbook recibió su muy merecido Independent Spirit Award (el único galardón que esperaba que ganase) :-D
Lo mejor: *crick crick* Podría decir la historia, es decir, el cúmulo de hechos que llevó al desenlace, a la muerte de Bin Laden. Podría... pero nunca me interesó. Les juro, me maté pensando qué era lo mejor, pero todavía no logro descifrarlo. Zero Dark Thirty es un embole. Incluso si me torturasen los agentes de la CIA, tampoco lograrían arrancarme algo bueno de la película.
Lo peor: Puff. En principio no entendí nada. Porque los nombres que se perseguían eran abdul alah alah abdul, bin osama, farraah alala... En síntesis tenías que pasar por Alí Babá y los 400 ladrones para dar con Osama bin Laden. Otra cosa que me enseñó este filme es que Pakistaníes are the new Árabes. Eso y que el manejo de inglés de los terroristas es impecable, debe ser todo un must be si tenemos en cuenta que precisamente quieren acabar con la nación más hegemónica del mundo. (FORCHRISTSAKE!, se lamentaría un conocido terrorista).
Dejando de lado lo poco que estudiaron los países del medioriente, tenemos la narrativa y el gringolandia. La estructura lineal que eligió la directora para contar la historia es un tedio, se sufre. 20 minutos son 20 horas. Por otra parte, si en Argo América era el país de la libertad, acá no les puedo explicar el nacionalismo maniqueísta, repulsivo e irreflexivo de Bingelow. De todos modos, les confieso que puedo dejar eso de lado y decirles que me resultó más digerible que The Hurt Locker. Aunque, realmente, el FBI, la CÍA, toda la inteligencia norteamericana y los soldados necesitan terapia psicológica. Kathryn se los demanda ya que lo único que aprendes con sus películas es que la tortura es un método super eficaz para toda ocasión. Y que nunca, pero jamás en tu vida, se te ocurra llevar un traje a tu primera sesión de tortura.
En fin, a ¿Cuál de estas tres películas políticas elegimos para el Oscar?
*redoble de tambores*
And di Ouscar gous chu:
¡LINCOLN!
No soy idiota, sé que va a ganar Argo (la idea de dar un Oscar sin director nominado y entrar a la historia por eso es demasiado tentadora) pero la de Spielberg está tan linda dirigida. Tiene un guión y fotografía preciosos, además de alguna que otra escena conmovedora. Eso, sin olvidar a Daniel Dey-Lewis.
Ahora bien, el blog AmargoxloDulce le entrega su estatuilla imaginaria a Django Unchained porque ésta humilde servidora tiene una obsesión con Tarantino y considera que Django -con sus enormes aciertos y muchos desaciertos- es lo mejorcito que ha visto hasta el momento. No obstante, no sabemos porqué, pero Quentin nuuuuuuuuuunca en su puta vida va a ganar un Oscar. Salvo que, como Emanuelle Riva, cumpla años el día de la entrega o haga una película donde el patriotismo esté a la orden del día y los nazis hablen inglés americano. A la Academia parecería no agradarle lo grosero de su cine. Es eso o tienen nublada la visión con la máscara del KKK y todavía no se dieron cuenta.
...Aprovechando la ocasión, también les hago saber mi gratitud cuando supe que Silver Linings Playbook recibió su muy merecido Independent Spirit Award (el único galardón que esperaba que ganase) :-D
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