Mostrando entradas con la etiqueta wong kar wai. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta wong kar wai. Mostrar todas las entradas

sábado, 5 de noviembre de 2011

Quizás, quizás, quizás...

Amar sabiendo que jamás será posible, ocasionalmente se convierte en el opio del alma. Hay una cierta adicción en ese sentimiento que se manifiesta como un nudito en la garganta. Quizá sea el deseo que, con la distancia, se vuelva más enorme al punto de devorar por completo nuestra razón. El deseo nos moviliza, es el timón que dirige nuestras vidas hacia un destino incierto. El amor imposible, el deseo irrefrenable de tener la persona y no. El sentido de la distancia. Su impacto en la construcción de la personalidad. 
Por alguna razón que va más allá de mi comprensión (a lo mejor sea alguna idea que haya garabateado líneas arribas y no me de cuenta) hay  4 películas asiáticas que me maravillaron y que están atravesadas por esta temática. 

"Quizás, quizás, quizás" eran las únicas palabras que respondía la enamorada de la canción de Nat King Cole cada vez que le pedía una señal para que él aunque sea alimentase sus esperanzas. Quizás, quizás, quizás sea una brecha de esperanza que nos aferra y nos atrapa. Esa incertidumbre es hermosa, satisfactoria y violenta. Y así nos convierte.

sábado, 29 de octubre de 2011

del amor con fecha de caducidad.

"El 1 de mayo de 1994 una mujer me dijo "feliz cumpleaños".
 Por eso la recordaré toda mi vida.
 Si la memoria pudiera ser enlatada, me gustaría que no tuviera fecha de caducidad.
 Si la tuviera, me gustaría que fuera dentro de diez mil años."


Ya lo he dicho en más de una oportunidad y siempre salgo en su defensa cada vez que un imbécil me dice que es un "sobrevalorado"  y un tipo visualmente barroco. Admito lo último, pero no acepto la crítica de críticos ridículos que jamás sacian su hambre de perfección en los demás y no tienen idea de lo que es sentir a través de una película. Wong Kar Wai es sumamente perfecto. 

El amor imposible, los silencios y la angustia que provoca saber que un afecto jamás será consumado. Retratar ese sentimiento no es tarea sencilla y por eso, Wong Kar Wai es uno de mis cineastas preferidos