"El 1 de mayo de 1994 una mujer me dijo "feliz cumpleaños".
Por eso la recordaré toda mi vida.
Si la memoria pudiera ser enlatada, me gustaría que no tuviera fecha de caducidad.
Si la tuviera, me gustaría que fuera dentro de diez mil años."
Ya lo he dicho en más de una oportunidad y siempre salgo en su defensa cada vez que un imbécil me dice que es un "sobrevalorado" y un tipo visualmente barroco. Admito lo último, pero no acepto la crítica de críticos ridículos que jamás sacian su hambre de perfección en los demás y no tienen idea de lo que es sentir a través de una película. Wong Kar Wai es sumamente perfecto.
El amor imposible, los silencios y la angustia que provoca saber que un afecto jamás será consumado. Retratar ese sentimiento no es tarea sencilla y por eso, Wong Kar Wai es uno de mis cineastas preferidos
Chungking Express tiene mucho de esta estética exagerada y guiones poéticos que nos hablan sobre lo mucho que cuesta intentar concretar un vínculo afectivo con el otro y cómo ésto llega a ser algo imposible. Dentro de la película, cada plano se vuelve una fotografía artística con una angulación sumamente cuidada, pensada hasta en el último detalle. Esos planos del director tienen siempre un perfume melancólico, algo triste. Pero Chungking Express rompe un poquito con esto y se va por el lado de la comedia, sin llegar a serlo en su plenitud. Son dos historias de amor independientes que -por suerte!!!- jamás llegan a tocarse físicamente en algún lugar. Por el contrario, él decidió contarla una otras otra aunque en ellas haya ciertas similitudes, que a fin de cuentas constituyen a la coherencia del film.
La historia se desarrolla dentro de un barrio en Hong Kong. La primer historia es sobre un policía, He Zhiwu, que recientemente ha sido abandonado por su novia. La soledad de este personaje lo transforma en un hombre cursi, casi ridículo (llega a decir frases como "Salí a correr para transpirar así no tenía agua para llorar"). En esos ratos que él está sin ella, inventa rutinas para desperdiciar el tiempo y no pensarla. Pero no aguanta, compra frascos de piñas que vencen la fecha del cumpleaños de su novia para atraela con un inútil gesto romántico. Fracasa. "Me pregunto si hay algo que no venza", se dice irónicamente. Sin embargo, durante un altercado que incluye mafia y drogas, conoce a una mujer que viste una peluca rubia, tapado de gamuza y lentes negros. “En el momento más cercano de nuestra intimidad estábamos a 0.01 cm. de distancia. Cincuenta y siete horas después, me enamoré de esa mujer” - como si esa minúscula distancia fuera para el policía una fatalidad dentro de su vida, una barrera le impide recomenzar su vida y conectarse afectivamente con otra persona.
Por esas pequeñas distancias, Zhiwu conoce brevemente a Faye, una camarera del puesto de comidas Midnight Express. Faye inicia la segunda historia y quizá la más atayente. Al Midnight Express siempre solía ir un policía, el 633, quien solía comprarle comida a su novia azafata. Faye apenas lo ve se enamora perdidamente de él (así de literal). A éste policía pronto lo deja su novia y ahora se ve perdido, un tanto abatido por el hueco que ella ha dejado en su casa y en su vida. Creo que en esa secuencia Wong Kar Wai constuye mejor aquello que quiere comunicar.
El vacío que deja una relación amorosa, la soledad que él retrata es demasiado íntima. Él los representa a la perfección. Representa las rutinas ociosas y absurdas que construímos para fugarnos de la fastidiosa soledad. Desnuda los fantasmas que inventamos para hacer un duelo y lo absurdo que nos vemos. 633 invierte todo su tiempo en estar recostado en su cama o hablando con repasadores húmedos y los peluches de su novia. En tanto, Faye trata de llamar su atención a través de gestos dulces para hacer que él se fije en ella. Le roba las llaves de su departamento y mientras él no está le limpia su casa. Pero el policía sigue sin verla, porque está abatido por final de su relación (#memuerodeamor, #foreveralone).
Al final parecería que ellos dos están encontrando una luz de esperanza al final de su camino. Ella le regala una tarjetita que vale por un viaje a California (el sueño de Faye) y él la arruina. Los años pasan y ella vuelve. 633 le pide una nueva. Ella le pregunta "A dónde querés ir?", y él, muy seguro le responde "a donde quieras llevarme". Y en el a dónde ella quiera está la incertidumbre de la pareja, porque ellos dos, así como He Zhiwu y la mujer del saco de gamuza están destinados a la soledad y el sufrimiento. Como Wong, Chow, Su Li, Yuddy - como cualquier personaje de Wong Kar Wai. Su destino, es la triste condena de vivir un amor fugaz, siempre con pronta fecha de vencimiento.
Escena de la película - "The Louder the Better, so i can't think."
El mejor de todos hablando sobre la película.
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