martes, 2 de julio de 2013

Blue Velvet: cuando la curiosidad mató al gato

 
Hay mentes brillantes que entienden el cine y, en consecuencia, poseen la capacidad de anticiparse en la trama al resumirse mediante pocas imágenes y apenas palabras. El color rojo de una rosa puede significar el amor y/o la violencia del amor, luego un bombero que saluda con una enorme sonrisa puede contrastarse con una maraña de insectos que se esconden bajo la tierra, representando las profundidades de lo desconocido, de una oscuridad que permanece invisible a los ojos.

Blue Velvet es, al fin y al cabo, una película sobre el choque de esos dos mundos que David Lynch describe en ese comienzo y que componen lo real: uno es luminoso y otro oculto, donde predomina la maldad, la violencia, lo vulgar, en fin, el mundo oscuro. 

Jeffrey es el chico que media entre ambos mundos cuando, al regreso a su ciudad natal, se encuentra con una oreja mutilada, la cual, extrañamente será el puntapié para que él se sienta inquieto y atraído hacia la maldad que persiste en las calles. En esa misión lo ayudará Sandy (la musa de Lynch, Laura Dern), hija del detective de policía y una adolescente que se siente tan atraída por Jeffrey como él lo está por los misterios que se ocultan detrás de esa oreja.

La intriga y reserva de la policía en cuanto al caso, desespera a Jeff y lo conduce a adentrarse voluntariamente dentro de ese mundo que, hasta hace unos días, le permanecía oculto. Es que muy en el fondo, el chico angelado anhela saborear ese mundo retorcido al "auto-involucrarse" con Dorothy (Isabella Rosellini), una hermosa y masoquista cantante. Ese encuentro -poco casual y bastante buscado-  tiene como consecuencia inesperada que Jeffrey conozca con gran desconcierto y temor a Frank Booth (Denis Hooper), un hombre que encarna las múltiples aristas de la maldad: el engaño, la tortura, la locura, la perversión sexual y la violencia. ¿Se revelarán los misterios de la oreja mutilada? ¿Podrá Dorothy encontrar estabilidad mental? ¿Triunfará el amor sobre la perversión o ambos mundos seguirán conviviendo? 
  
Planteadas las preguntas, la invitación queda hecha para quien todavía no vio nada de David Lynch. Todavía me debo un post decente de sus películas y su gran prosa :) Por el momento me hago un descargo con Blue Velvet porque sé perdonarle a Lynch el abuso de Laura Dern y su horrible llanto cuando, a cambio, él me entega  2 escenas de mis favoritas del cine: la escena donde canta Dean Stockwell y la paliza que recibe Jeffrey al compás del tema Terciopelo Azul con una Isabella Rosellini llorando y a los gritos mientras una prostituta baila en el techo de un auto  (vale la aclaración, amo lo insólito y David Lynch tiene mucho de eso). 



¿Vieron Blue Velvet? ¿Qué opinan del cine de Lynch?
¿Qué película les parece tiene la mejor balada cantada por un personaje?




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