Constantemente se me ha criticado porque en mis
escritos (no estos, otros impublicables en este contexto) nunca doy una excusa para explicar
hechos. Sino que discurren así. Porque sí. Porque suceden sin necesidad de tener
algún timón movilizador que sea evidente. “Pasa porque pasa”, respondo secamente. Y es
que uno de los rasgos que más odio de mí es mi incapacidad de tener imaginación
“fantástica”. Entonces no me sale o más bien, me rehúso a buscar explicaciones
lógico-causales. Y pienso en significantes. Todo el tiempo. Me obsesiona un
poquito la idea (¿menos rebuscada?) de que un color, una textura, un sonido, una expresión, un
olor o una fecha pueden –de repente- revolver el baúl de recuerdos de nuestra mente. La
mayoría de las veces es nostálgico o doloroso.
Por eso, cuando alguien me preguntó cuál era LA
película del día del amigo ni siquiera lo pensé. “Stand by me",
afirmé con certeza. ¿Por qué? ¿Por qué no Shawshank Redemption, The Hangover, Toy
Story, Hachi, El Náufrago o Un gran chico? ¿Porqué no series como Friends,
Seinfeld, How I met your mother o The big bang Theory (que se asemeja más a mi
propia realidad)? Porque en Cuenta
Conmigo, Rob Reiner precisamente
apela a los significantes: dos chicos en bicicleta y un cadáver (en orden de
aparición) denotan el sentimiento de la temprana amistad, su construcción, desaparición y
arraigo.
De adulto y sin buscarlo ni forzarlo, Gordie se encuentra reviviendo la travesía que
mantuvo con un grupo de niños en el verano del 50. Él y unos púberes se
juntan para salir en una expedición por un cadáver para dar cuenta de ello a la
policía con la esperanza de hacerse famosos. Esa búsqueda, ingenua al
principio, luego se vuelve el tránsito de los chicos hacia la madurez y el
futuro: qué les plantea la vida, cuáles son sus miedos, qué será de ellos en los próximos años, qué significa la muerte y a qué la asociamos (Gordie vinculando el cadáver con el de su
hermano). Esa suerte de procesión transforma el vínculo de unos chicos que se juntan para "pasar el rato" a un lazo de amigos verdaderos. La amistad de Stand by me es una comunión que involucra la complicidad y la lealtad. Es, en suma, una suerte de vínculo religioso.
"Sucede a veces. Los amigos entran y salen de nuestras vidas. Como los camareros en los restaurantes", dice un pasaje de la película. Y es enorme el final de Reiner. Porque representa lo triste, nostálgico y doloroso que puede convertirse ese tránsito permanente de amistades. A pesar de que el tiempo marche con tanta fuerza y tiranía, ese lazo que se
forma es tan fuerte, tan mágico, que cualquier significante puede resornar con fuerza arrolladora en la mente, dando vueltas el curso lineal de la vida. Y cuando llega hace sentir su doble rostro: la amistad alegra, la amistad duele, la amistad fue y es
amor. La amistad permanece. Enardece con el menor de los chispazos.
¿Cuál es la película o serie más representativa sobre la amistad?
¡Hagan listas y que hayan pasado un gran día con sus amigos permanentes!
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