viernes, 5 de julio de 2013

Quiero tener una historia


Detrás de Der Himmer über Berlin o Las Alas del Deseo (como la conocemos en Argentina), hay una anécdota curiosa. Win Wenders quería hacer una película en Berlín sobre ángeles y un muro. Ilusionado ante la poética de la idea, Wenders se acercó a su amigo, el guionista Peter Handke, pidiéndole que se encargara de escribir el proyecto. Pero Handke no pudo. Se sentía impotente ¿ángeles que sobrevuelan Berlin en la posguerra? ¿aún no quedan escombros tan potentes y dolorosos sobre ese pasado?

 Me hago esas preguntas, intentando pensar qué podría haber sentido Handke ante la invitación de Win Wenders. Porque, a fin de cuentas, hay (o supongo que hay) un sabor amargo al revolver la historia de Alemania mediante ángeles: si los ángeles existieran, entonces, ¿dónde estuvieron? ¿qué hacían mientras el hombre mostraba la peor faceta de su propia lógica moderna? Peter le dio vueltas y vueltas a la idea hasta que, finalmente, le comunicó a Wenders que lo ayudaría en la escritura del guión de Las Alas del Deseo. Handke le entregó un poema y un pastiche de diálogos sueltos que comenzaban así:


Cuando el niño era niño
andaba con los brazos colgando,
quería que el arroyo fuera un río,
que el río fuera un torrente
y que este charco fuera el mar.

Als das kind kind war, canta la voz de Damien.  La esperanza de las primeras líneas del poema más tarde se enfrenta en una guerra de desolados, fríos, calculadores y racionales ángeles que miran la humanidad desde el cielo con recelo. Wenders la filmó con aquello que le dio Handke y, en consecuencia, el producto fue un filme en blanco y negro casi mudo, con poquísimos pero potentes diálogos. De ahí que el director llenó resquicios con los pensamientos humanos que Damien y Cassiel escuchan. ¿Qué puede hacer un ángel  que es inmaterial para el ser humano? ¿qué hace un ángel que sólo se limita a ver de qué manera la humanidad construye  la historia? Nada. Porque los ángeles están fuera del camino. Son sólo esa calidez que se siente en momentos de desasosiego.

 


Luego la impotencia de Cassiel por limitarse a escuchar el dolor del joven que se suicida (la escena más dura de la película). Luego que Damien le comunique a su amigo su enérgico deseo de ser humano. ¡Qué envidia quienes sienten lo que es el calor al tacto de un vaso de café en una gélida mañana europea! Son los pequeños gestos cotidianos lo que representan lo vivo que estamos. Y con qué indiferencia dejamos la vida sepultada en escombros o separadas por muros (¿Aún hay fronteras? -se pregunta Cassiel- ¡Más que nunca! Cada calle tiene su propia barrera o línea divisoria. Entre las manzanas hay franjas de nadie (...) El pueblo alemán cayó en tantos estados como individuos. Y los estados aislados son móviles: cada uno lleva el suyo consigo y, si alguien quiere pasar, exige un impuesto de entrada... Y esto sólo para la frontera, pero uno sólo puede adentrarse en cada estado con las contraseñas oportunas).

Dentro de ese "imperio de soledades" es que Las Alas del Deseo viene a hablar de la propia existencia, ser o fundamento humano: de la belleza de experimentar dolor, placer, miedo, la cercanía de la angustia, la muerte, el amor. Todo eso que los ángeles no viven y que pasa en el ahora. Ese instante que, casualmente (o causalmente), conectó Damiel y Marion. Esa vez que, en realidad, es una vez, en la que el hombre se conecta con una mujer por un disco magnífico de Nick Cave y se encuentran en un tiempo y espacio bajo la canción Eternity. La eternidad de el instante pasajero.

Y hablando de conexiones, me pregunto si es que, como dice Damiel, "todas las almas son una".  Me pregunto si mi propio fundamento  está sujeto a un encuentro de la índole de esas criaturas de Wenders. Es el ser humano el que construye muros. Pero está en su propio ser, en el propio deseo, el derrumbarlos y trazar puentes. El humano que hace su historia y quien entiende la belleza de su existencia. Y la evasión de Peter Handke al reto de hablar de ángeles invisibles.




Ya era hora de un post de Win Wenders ¿no? 
¿Cuál es su película de Wenders favorita (Paris, Texas o las Alas del Deseo)? 
¿Qué tienen que ver el remake que intentó hacer Hollywood con Nicholas Cage y Meg Ryan? ¿La mearon mal afuera del tarro? (?)  ¿o prefieren esa versión? 
(No se hagan los finos que mi mamá se emocionó con el melodrama de Nicolás) 

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